Cuando eso ocurre, la mayoría de las veces de forma un tanto dramática y dolorosa, uno tarda en asimilarlo, en juntar las piezas de nuevo y salir del paso.
A veces se afanan en ponerte difícil el camino de la recuperación y obviamente tú, en tu afán de masoquista, te agarras a lo que te hace daño como a un clavo ardiendo(ahi comienza la conversión).
Entonces cuando ya el clavo no arde tanto y crees que vais a poder "ser amigos", entonces hace su ultima jugada(o eso crees tu) y se te clava en forma de palabras dañinas y maliciosas.
¡Ya está, era lo que necesitabas! Lo sacas, lo botas y decides olvidarlo. Pasan meses y todo se calma, el dolor, la infección... todo. Pero sabes que pincha y no quieres tener que volver a vértelas con él.
Y él, ahí está tan pancho, ni siquiera es consciente de como se clavó, de la sangre que vertió, del dolor que causo. Sigue ahí en algún lugar y de repente un día cuando vuelves a confiar, a andar descalza por la vida, te manda un email. Pero que quieren los clavos??
¿ES QUE NO SABEN QUE SON CLAVOS???
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