martes, 6 de noviembre de 2007

Tengo una condena que pesa en mi espalda,
que me abarca con fuertes brazos,
que me ahoga en un suspiro.

Tengo un alma atormentada
por un amor que no pudo ser,
que lucho contra viento y marea
y fue vencido.

Tengo una muerte, una vida desterrada,
que me aflije y me enseña,
que cierra puertas y abre luminosos ventanales.

Tengo una muerte, un comienzo,
pues solo tras la muerte se puede renacer.

1 comentario:

Ariadna dijo...

tu vales mucho y sólo tu puedes salir de ese abismo que yo cada día veo más lejano de ti. Sé fuerte, como lo estás haciendo hasta ahora y cuando vuelvas, vendrás renovada, ya verás!te quiero mucho!!!